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Analizando la temporada del ciclista y la importancia del entrenador.



El papel del entrenador puede ser definitivo, no sólo a la hora de prescribir y analizar los entrenamientos sino también a la hora de contrastar temporadas o fases. Se agradece como entrenador, poder ver la evolución de tus ciclistas año tras año, sobretodo si la cosa ha funcionado bien y no ha habido ni retroceso ni estancamiento en la forma deportiva.


En el gráfico se muestran métricas muy interesantes que se pueden tener en cuenta a la hora de evaluar toda una temporada. Solamente nos vamos a fijar única y exclusivamente en dos datos , porque evidentemente hay muchos más. Se comparan el TEE y el FTP del ciclista en las temporadas 2016 y 2017. Si nos fijamos el TTE, que es el máximo tiempo posible que podemos estar en el umbral funcional de potencia sin que la fatiga aparezca, en el 2016 era de 30:50 min. mientras que en el 2017 fue de 33:19 min. y el FTP, que se refiere al umbral funcional de potencia, pasó de 226W en el 2016 a 326W en el 2017.


Por lo que, además de que el ciclista en cuestión ha sido capaz de mejorar su umbral de potencia de forma sustancial, también ha sido capaz de mejorar el tiempo en dicho umbral, por lo que sube su umbral y además es capaz de mantenerlo más tiempo.


Con estos datos, impensables de obtener hace unos años, se puede saber si las cosas se han ido haciendo bien a lo largo de una temporada. Tanto si las comparaciones y el análisis aparecen como positivo o negativo se ha de intentar estudiar de manera exhaustiva las razones que han llevado al ciclista a conseguir cada resultado. Saber interpretar, ajustar y cambiar si se hace necesario será trabajo del entrenador, ya que conocer y manejar bien las herramientas y las plataformas de gestión del entrenamiento del ciclista no es tarea sencilla. Todo o casi todo aquello que no se puede medir, no se puede ni gestionar ni mejorar y el entrenador lo sabe muy bien.

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